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Con un pan debajo del brazoMacroeconomía novelada

Las curvas IS e IS-LM, pero de forma muy sencilla

Hay un tema en macroeconomía que a los estudiantes suele costar entender y que es especialmente importante. Me refiero a las curvas IS e IS-LM. Se trata de una herramienta básica para poder definir las políticas monetarias y fiscales y que es conveniente entender sus fundamentos. Voy a explicarlo de una forma distinta a la que puede encontrarse en un manual de macroeconomía para intentar que de una manera sencilla pueda entenderlo todo el mundo.

Con un pan debajo del brazo – Macroeconomía novelada (A la venta en este blog)

Santiago parecía no tener ganas de hablar sobre su estado físico, se sentó delante de la mesa y sirvió el vino.

—¿Quieres seguir hablando de economía o lo dejamos?

—Seguimos, seguimos.

José bendijo la mesa y después preguntó:

—¿Pero si la producción en el corto plazo no está marcada por la cantidad de capital K y de trabajo L, entonces qué es lo que la determina?

 

La curva IS

—Los economistas clásicos afirman que la producción viene determinada por K y L, y podemos considerar que en el largo plazo así es. Pero en el corto, la realidad se acerca más a las hipótesis keynesianas que dicen que la producción no depende de los factores productivos, sino de la demanda existente. Por tanto, dependerá del consumo, que está ligado a la renta y a los impuestos C (Y – T), del gasto público G y de la inversión I, que es función de los tipos de interés r —dijo Santiago mientras se servía los champiñones.

—En el ejemplo de Sotillo podríamos suponer que el PIB del pueblo dependería del consumo de pan, del gasto del ayuntamiento para comprar barras para el comedor municipal y de las posibles inversiones en vivienda de los vecinos del pueblo.

—Eso es. Pero, además, como esta última componente dependerá de lo caras que sean las hipotecas, según sea el tipo de interés más alto o más bajo, el PIB vendrá definido por: Y = C (Y – T) + G+ I (r). Con lo cual, cada nivel de tipos de interés tendrá asociado una producción determinada.

—Entiendo.

—Lo que te he explicado se llama la curva IS, que es el conjunto de parejas tipos de interés-renta para los cuales el mercado de bienes está en equilibrio. Por ejemplo, imagina que para el tipo de interés r = 5 %, en Sotillo se venden y construyen tres casas al año. Con esta contribución de la inversión supón que el PIB del pueblo es un millón de euros: la pareja Y = 1 MM y r = 5 % será de la curva IS. Ahora imagina que los tipos se deducen al 2 % y, ante este abaratamiento de la financiación, la inversión pasa a ser de seis viviendas en lugar de tres. Con este aumento supón que el PIB aumenta a 1,5 millones de euros. La pareja Y = 1,5 MM y r = 2 % será también de la curva IS.

—Pues eso es lo que no entiendo: según esa teoría el mercado de bienes puede estar en equilibrio para Y = 1 MM y para Y = 1,5 MM.

La curva LM

—Claro, según este modelo la producción no tiene una limitación por la cantidad de capital y trabajo que exista. Supone que estos factores son sobreabundantes y es la demanda la que determina la renta. Sin embargo, no todos los niveles de renta son posibles, sino solo los que son de equilibrio también para el mercado de dinero.

—Explícate.

—Supón que la pareja Y = 1 MM y r = 5 % fuese también de equilibrio para el mercado de dinero, es decir, los vecinos del pueblo están contentos con la cantidad de dinero que tienen en sus bolsillos incluso sabiendo lo que se pierden por no tenerlo en el banco. La caja rural al mismo tiempo está satisfecha con el nivel de préstamos concedidos y con el volumen de depósitos. Sin embargo, si Y aumenta hasta 1,5 MM, la cuadrilla de Eusebio el albañil ganará más dinero. Pronto el consumo lo empezará a notar y la panadería también mejorará sus beneficios. En definitiva, la actividad económica aumentará, se producirán más transacciones y los requerimientos de dinero subirán. Los vecinos (Eusebio, Manolo, albañiles, panaderos…) sacarán fondos de sus cuentas y la caja rural tenderá a elevar los tipos de interés para evitarlo.

—Hasta aquí está claro.

—Entonces, te darás cuenta de que para Y = 1,5 MM el tipo de interés r tendrá que ser superior a 5 %. Por tanto, la otra pareja Y = 1,5 y r = 2 % que formaba parte de la curva IS no tiene sentido para el mercado de dinero, dado que el tipo de interés es inferior a 5 % y no superior.

—¿Y eso es todo lo que tienes que explicarme del mercado del dinero?

—La demanda de dinero, además de aumentar cuando sube la producción, también lo hace cuanto más bajos sean los tipos de interés, porque más barato será tener dinero en los bolsillos y menos tendrán que pagar las empresas para financiar sus proyectos de inversión.

—De todas maneras lo que me cuentas es un poco lioso…

—Quédate con que en el mercado del dinero la demanda de dinero viene definida por la función L (r,Y). Cuanto más alto es el tipo de interés, menos dinero se requiere, y cuanto más alta es la renta, más necesidad de dinero habrá. Para el mercado de bienes, como ya te he dicho, la demanda agregada vendrá definida por el consumo C (Y – T), más el gasto público G, más la inversión I(r), que será más alta cuanto más bajo sea el tipo de interés r: Y = C (Y – T) + G + I (r). El punto de equilibrio debe estabilizar tanto el mercado de bienes como de dinero.

 

La curva IS-LM

—Sigue con el ejemplo, a ver si consigo entenderte —dijo José después de beber un sorbo de vino.

—Imagina que en Sotillo la oferta monetaria es de diez millones de euros —comenzó a explicar Santiago mientras servía el agua con la jarra—. El banco central del pueblo decide incrementarla hasta quince millones. De repente la caja rural, que es quien recibe el dinero del banco central, se encuentra con cinco millones que debe invertir. Inmediatamente reducirá el tipo de interés exigido a las personas que acuden a ella para pedir préstamos, como por ejemplo aquellos vecinos que quieren construirse una casa. De esta forma, reduciendo el precio de los créditos conseguirá colocar el dinero adicional. Al mismo tiempo, se encuentra que le sobran fondos y también reducirá la remuneración de los depósitos y cuentas bancarias, dado que su retirada le resulta menos perjudicial.

—Pero hasta ahora el ejemplo no tiene nada que ver con el mercado de bienes…

—En Sotillo, con el incremento de la oferta monetaria aumentarán los créditos y, en el ejemplo que te acabo de poner, Eusebio tendrá más obras y más construcciones de casas. Eso sí que tiene ya algo que ver con el mercado de bienes… Para todos estos proyectos necesitará dinero para pagar a los peones, los ladrillos, maquinaria… Sus trabajadores, además, demandarán ahora más dinero para atender sus gastos, que antes, sin empleo, no podían permitirse. El pueblo en general verá aumentar la actividad económica, el volumen de las transacciones y la necesidad del dinero.

—¿Y cuándo parará esta expansión?

—Llegará un momento en que las inversiones no aumentarán más —dijo Santiago levantándose para recoger el primer plato— porque el propio incremento de la actividad económica haya elevado tanto la demanda de dinero y los tipos de interés que ya no sean atractivas. Se habrá llegado a un nivel de tipos de interés que equilibra el mercado de bienes y dinero.

—Entonces es el tipo de interés el que equilibra el mercado de bienes y de dinero…

—Exactamente.

—¿Y ya está?

—A corto plazo, el equilibrio puede situarse a un tipo de interés r, y sobre todo en una renta Y, separada de la tasa natural de producción —continuó Santiago, que venía de la cocina con la fuente de pollo—. En esta situación habrá personas en el paro y capacidad de producción inactiva.

—Pero en este entorno los precios tenderán a reducirse en el largo plazo.

—Efectivamente. Las personas que buscan trabajo sin encontrarlo, antes o después terminaran reduciendo sus exigencias salariales, ya sean las personas mismas o a través de los convenios colectivos y sindicatos, en economías más complejas que las de Sotillo. Los precios de los productos se reducirán buscando dar salida a la capacidad productiva sobrante y con unos costes laborales ya descendentes. Fruto de todo esto, se producirá una expansión monetaria real (M/P), porque si bien la cantidad de dinero nominal no variará, al caer los precios su utilidad aumentará.

—Explícame esto mejor —requirió José al tiempo que se servía el segundo plato.

—En esta situación la oferta monetaria podrá cubrir más proyectos porque al caer los precios la gente necesita menos efectivo en los bolsillos. Al mismo tiempo, las mismas inversiones ahora se pueden realizar con menos dinero, y por tanto, aumentan la utilidad de los fondos reales. Consecuentemente los tipos tenderán a caer para atender a aquellos proyectos que solo eran rentables con unos tipos de interés menores, se incrementará por tanto la inversión y la producción irá acercándose a la tasa natural.

—¿Y cómo funcionan en este modelo las políticas económicas?

Agradezco tu comentario

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