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Con un pan debajo del brazoMacroeconomía novelada

Ser de pueblo o con mentalidad global, esa es la cuestión.

En la reciente publicación “Da miedo un futuro basado sólo en el I+D+I” expuse como la integración y la colaboración internacional iba a ser todavía más necesaria las próximas décadas. Los pasos dados en esta dirección en el pasado reciente son muchos y muy relevantes. Pero la cuestión sigue siendo si estamos todos preparados para aceptarlo hasta sus últimas consecuencias.

Integracion-Global-3Hoy la necesidad de una mayor cohesión internacional se percibe más fácilmente desde el punto de vista económico. Está claro que el bienestar de un país depende, en muchos casos, de factores exteriores. Políticas monetarias de terceros determina los tipos de cambio, y por tanto, la competitividad de sus exportaciones. Las crisis económicas de socios comerciales pueden deteriorar sus ventas al exterior. Los errores en política fiscal y monetaria se extienden fuera de las fronteras de los que los causaron…

Extracto adaptado de «Con un pan debajo del brazo» – Macroeconomía novelada (A la venta en este blog)

Un ejemplo de esta realidad se ha podido comprobar, una vez más, con la crisis de 2008. Unos tipos de interés demasiado bajos acabaron por generar burbujas especulativas en el sector inmobiliario de Estados Unidos, España o Irlanda. Las imprudencias en el sector financiero en Estados Unidos terminaron afectando a ciudadanos alemanes, brasileños, japoneses y de otros muchos países. Deficiencias en las regulaciones del sistema financiero español o irlandés, implicaron salvamentos financiados con impuestos del resto de sus socios comunitarios. Las decisiones en política fiscal de Italia o España pusieron en peligro economías ajenas al problema.   En definitiva, se ha demostrado, una vez más, la interconexión de los países a escala mundial. Pero no por la naturaleza misma de la Gran Recesión, sino porque la realidad es que hoy el mundo es global y las perspectivas son de que lo siga siendo, para lo bueno y para lo malo.

Hoy la realidad que afecta a cada nación escapa del control de sus dirigentes. Por tanto, su propio bienestar, como también el internacional, exigirá el logro de una mayor cohesión entre países, regiones y continentes. Este objetivo, además, habrá de lograrse en una realidad más compleja, con un número de intervinientes cada vez superior y más dependientes entre sí.

El mundo ha avanzado mucho en este sentido. La colaboración internacional actualmente es incomparablemente superior a la que existió en el periodo anterior a la Segunda Guerra Mundial, y no digamos a la Primera. En gran parte de Europa existe una unidad monetaria, libre circulación de bienes, capitales y de trabajadores y la unificación del sistema bancario es ya una realidad. La Unión Europea cuenta con un parlamento elegido por sus ciudadanos, una legislación comunitaria y un Tribunal de Justicia Europeo. Pero si una cosa está clara es que la Unión Europea es una realidad inconclusa, que avanza lentamente y muchas veces sólo cuando se ve al borde del precipicio. La crisis de la deuda pública en la zona euro ha hecho evidente que ni siquiera la integración económica existente hasta el momento es suficiente. Se ha puesto de manifiesto que la unión monetaria exige la fiscal y muchos economistas apuntan a la necesidad de la existencia de un tesoro único. Pero las implicaciones de la integración fiscal serán difíciles de asumir. Por ejemplo, no será fácil que ciudadanos de países con bajo desempleo admitan que sus impuestos financiasen los subsidios de paro de personas fuera de sus fronteras; como tampoco que los españoles, por tener más renta, paguen más impuestos que los griegos. En definitiva, este proceso requerirá un cambio de mentalidades.

Extracto adaptado de “Con un pan debajo del brazo” – Macroeconomía novelada

Próximamente a la venta en este blog.

Este artículo tiene 4 comentarios

  1. JoaquimAgustiCoderch (@JoaquimAgusti)

    La unificación bancaria europea hoy, aun no es una realidad a pesar del control del BCE a través de cada uno de los bancos centrales nacionales, las diferèncias de los distintos sistemas bancarios nacionales persisten y si bien es cierto que tenemos un parlamento común europeo, el poder de los ciudadanos europeos sigue siendo demasiado mediatitzado por los distintos Gobiernos nacionales tal y como se ha podido comprobar en las más recintes elecciones europeas.
    Ojalá fuera una realidad una mayor cohesión europea. Personalmente creo que se puede coneguir a través de una perdida real y paulatina de los Gobierno de los Estado europeos actuales, mucho de ellos no responden a las necesidades y deseos de sus poblaciones actuales, como suede actualmente en el contencioso Catalunya versus España.

    • Guzmán Soldevilla

      El hecho de que hace más o menos un año el BCE (y no los bancos centrales) haya sido el encargado coordinar y gestionar los stress test de la banca europea de cara a determinar las necesidades de recapitalización es un síntoma de unidad bancaria sin precedentes en Europa. Por primera vez los Bancos Europeos se midieron por el mismo rasero y eso es un paso muy notable hacia la unidad bancaria. Seguramente esta tenga que ser perfeccionada, pero lo que no hay duda es que la situación es totalmente distinta de la de hace dos o tres años.
      Por lo demás estoy de acuerdo. La solución continuará siendo la cesión de competencias desde los Estados a entidades supranacionales, lo cual aunque no es ninguna novedad requerirá esfuerzos muy claros.

    • Guzmán Soldevilla

      El hecho de que hace más o menos un año el BCE (y no los bancos centrales) haya sido el encargado coordinar y gestionar los stress test de la banca europea de cara a determinar las necesidades de recapitalización es un síntoma de unidad bancaria sin precedentes en Europa. Por primera vez los Bancos Europeos se midieron por el mismo rasero y eso es un paso muy notable hacia la unidad bancaria. Seguramente esta tenga que ser perfeccionada, pero lo que no hay duda es que la situación es totalmente distinta de la de hace dos o tres años.
      Por lo demás estoy de acuerdo. La solución continuará siendo la cesión de competencias desde los Estados a entidades supranacionales, lo cual aunque no es ninguna novedad requerirá esfuerzos muy claros.
      Gracias por el comentario.

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