El modelo de Mundell-Fleming, pero para que lo entienda todo el mundo.
Hay un modelo para explicar la economía abierta que se enseña en muchas universidades y que es comúnmente aceptado; me refiero al modelo de Mundell-Fleming. Advierto que sus consecuencias son muy relevantes tomando el tipo de interés una importancia capital. Tanto es así que en una economía abierta será el tipo de interés quien fije el nivel de exportaciones, el tipo de cambio y otras variables fundamentales en economía. Como veréis el tema tiene su importancia.
Sin embargo, su desarrollo no es evidente, por eso voy a tratar de explicarlo aquí de forma sencilla. Para no alargarme demasiado lo voy a contar en dos post ayudándome, como otras veces, de dos extractos de mi novela de divulgación de macroeconomía; ¡vamos con la primera parte!
Con un pan debajo del brazo – Macroeconomía novelada (A la venta en este blog)
Un ejemplo explicativo del modelo de Mundell-Fleming
—A ver, empieza explicándote un poco —requirió José, que ya estaba sentado en el sillón contiguo, a la vera de Santiago.
—Lo haré con un ejemplo. Supongamos que Silenia y Tartán son dos economías cerradas. La primera mucho más pequeña que la segunda, pero por el momento aisladas una de la otra y con estabilidad de precios y capacidad lejos de la potencial. Ambas viven de la agricultura plantando trigo. El kilo vale una corona en Silenia y dos pesos en Tartán, mientras que el tipo de interés es del 5 % y del 20 % en cada uno de los países respectivamente. En un momento dado, las economías se abren una a la otra y comienza a existir plena libertad de movimiento de bienes y dinero. Los habitantes de Silenia y Tartán puede comprar y vender trigo a su antojo tanto en Tartán como en Silenia y pueden depositar su dinero en cualquiera de estos países sin restricciones.
—Supongo que una de las primeras cosas que considerarán los silenos será la posibilidad de mover su dinero a Banco Tartano. Allí las cuentas están remuneradas a un 20 %, en lugar de al 5 % en el Banco Sileno.
—Eso creo que sucedería. Pero tendrían primero que cambiar sus coronas a pesos porque en Banco Tartano solo admiten pesos. Para eso tendrán que encontrar a alguien en Tartán que quiera sus coronas, y estos solo podrán ser aquellos que quieran comprar trigo en Silenia. La otra única alternativa sería dar con alguna persona que desease mover su dinero de Banco Tartano al 20 % a Banco Sileno al 5%, y eso nadie lo va a hacer.
—Según lo que me has contado, en un principio el tipo de cambio se fijará de forma que con una corona se pueda compra el mismo trigo en Silencia que en Tartán una vez cambiadas coronas a pesos. De esta forma, el tipo de cambio se fijará en una corona por 2 pesos, que es la relación de los precios del trigo en ambas poblaciones —dijo José mientras abría la lata de cerveza.
—Pero no te olvides de que los de Silenia estarán buscando pesos para cambiarlos por coronas y poderse aprovechar del 20 % que ofrece Banco Tartano. En esta búsqueda estarán dispuestos a sacrificar un poco el tipo de cambio. De esta forma a los tartanos les resultará más barato el trigo de Silenia y por tanto las coronas les serán muy atractivas.
—Ponme un ejemplo numérico.
—Pongamos que cambian una corona por 1,9 pesos; esto quiere decir que con dos pesos compran un kilo de trigo en Tartán y en cambio en Silenia además del kilo de trigo les sobraría todavía algo de dinero. Por lo que se refiere a los silenos que cambien diez coronas por 19 pesos, al cabo de un año tendrán 22,8 pesos: casi once kilos y medio de trigo. Si hubieran continuado con su dinero en Silenia tendían diez coronas, más el 5 %, con lo que podrían comprar diez kilos y medio. Llevarse el dinero a Tartán es buen negocio incluso en el caso de ser necesario el sacrificio del tipo de cambio. Y así el tipo de cambio no dejará de bajar hasta que los tipos de interés se igualen.
—Mientras tanto los silenos seguirán cambiando sus coronas por pesos para llevárselos al país vecino y los tartanos buscando coronas para gastarlos en trigo de Silenia.
—El resultado serán unas exportaciones de Silenia que no dejarán de crecer empujadas por el diferencial de tipos de interés.
—¿No quieres que te traiga nada?
—Un vaso de agua, por favor.
—¿Pero en una economía abierta los tipos de interés realmente convergen? —dijo José dirigiéndose a la cocina.
—Te cuento lo que ocurrió en la primera globalización de la economía, entre 1870 y 1913. En este periodo se produjo un enorme incremento de la movilidad de bienes, personas y también capitales; estos últimos pudieron aprovechar un entorno de tipos de cambio estables gracias al patrón oro establecido en numerosos países. Esto quedó reflejado en la reducción de la diferencia entre tipos de interés de Estados Unidos y el Reino Unido, que llegó a anularse a final de este periodo. Poco después, con el inicio de la Primera Guerra Mundial y la desintegración del sistema financiero, los tipos de interés volvieron a comportarse de forma independiente. No volverían a estar tan correlacionados hasta 1980.
—¿Pero qué otras consecuencias tendrá la igualación de tipos de interés?
—Sigo con el ejemplo para contarte los efectos en el mercado del dinero.
—Continúa.
—Según las exportaciones de Silenia vayan aumentando, los tartanos necesitarán más coronas en sus bolsillos para atender estas compras. Pero, además, el PIB de Silenia habrá aumentado mucho con el crecimiento de las exportaciones, y por tanto de la renta y el consumo de los silenos. Por esta razón necesitarán más liquidez para poder efectuar sus transacciones, que habrán crecido como todo lo demás.
—¿Quieres decir que con el crecimiento de la renta habrá aumentado la demanda de dinero? —dijo José volviendo con el vaso de agua.
—Eso es. Supongamos que el resultado es la retirada de 100 millones de coronas del Banco Sileno. Si inicialmente tenía 1000 millones de coronas en depósitos destinados a financiar 900 millones de coronas en préstamos y otros 100 millones de coronas que guardaba en caja, con las peticiones de liquidez se quedará sin reserva para atender las retiradas de efectivo. Al ver la cantidad de silenos que retiraban depósitos, el Banco Sileno respondería subiendo la remuneración de sus depósitos: el diferencial de tipos de interés de Tartán y Silenia se iría estrechando.
—Entonces —añadió José dando un sorbo a su cerveza—, el tipo de interés de los préstamos en Silenia también subirá.
—Claro. Y esto por dos razones. Primero porque si antes tenía novecientos millones de coronas prestados y consigue reducirlos, con lo que le devuelvan sus deudores podrá reservarlo para restablecer el 10 % de caja que necesitaban. De esta forma podrá atender los requerimientos de liquidez de sus clientes. El otro motivo será que al tener que subir los tipos de los depósitos para evitar la salida se verán forzados a elevar el precio de los préstamos para cubrir el coste de financiación. La retirada de efectivo y el incremento de tipos de interés no parará hasta que los tipos de Silenia y Tartán se igualen.
—Supongo que, mientras tanto, la economía de Silenia no cesará de crecer. Más exportaciones y por tanto más producción, más consumo y otra vez más producción.
—Así será —continuó Santiago bebiendo un trago de agua—. Sin embargo, habrá un efecto negativo por una menor inversión. Pero el neto será claramente positivo.
—Explícate.
—Pongamos que inicialmente los silenos se apañan con cien millones de coronas de efectivo para hacer todas las compras mensuales de trigo y hacer el pan en sus casas. Como es un país netamente agricultor el PIB al cabo de un año será 1200 millones de coronas. Tras la apertura de las economías, los silenos y tartanos necesitan doscientos millones de coronas mensuales, con lo que el PIB subirá a 2400 millones de coronas. Como se ve en el ejemplo, el efecto es claramente positivo a pesar de la reducción de las inversiones.
—No sé si me vale tu argumento. Lo que está claro es que si disminuye la inversión es por efecto de los tipos que suben al aumentar el número de transacciones, la demanda de dinero y la renta. Por tanto, el efecto tiene que ser netamente positivo.
—En cualquier caso, como puedes ver en el modelo de Mundell-Fleming de una economía abierta, el tipo de interés es el que marca el nivel de exportaciones, el tipo de cambio, el consumo, las inversiones y en definitiva el nivel de PIB del país.
—Vuelve a ser la variable clave en este modelo. ¿Pero qué implicaciones tiene?